Emeterio Gómez. La discusión. Parte II
Continúo con la difusión de los artículos escritos por el Profesor Emeterio Gómez los cuales ha titulado “Manual antichavista de economía”
El valor de cambio (VC o precio) de un bien, dentro del marco económico sintetiza su escasez relativa: no la cantidad de trabajo ni el esfuerzo que requirió, tal como considera el marxismo. Este VC no dependerá de su valor de uso o utilidad, estando en consecuencia desligado parcialmente de cualquier valor moral o social atinente a la solidaridad, la piedad, el humanitarismo o la lucha contra la pobreza. Dos ejemplos avalan el asunto: “Nada, ni aún la comida, tiene más valor de uso o utilidad que el aire que respiramos, ¡cuyo VC, excepto en Tokio, es cero! Así como nada tiene menos valor de uso que el oro, cuyo CV es inmenso. Ninguno de estos dos bienes – el aire o el oro – deriva su valor ni del trabajo ni de su utilidad, lo derivan de su abundancia o escasez relativa.
Tampoco el VC depende de su costo de producción (CP). Una mercancía puede tener un CP muy alto y un VC muy bajo o viceversa. Todo depende de nuevo de la escasez relativa. Si muchos fabrican esa mercancía y en consecuencia la oferta de ese bien es abundante, su VC será bajo. De igual manera puede considerarse el ejemplo relacionándola con el trabajo. Una persona puede dedicar su vida a especializarse en una profesión, encontrándose con que su VC es bajo en razón a que muchas personas dedicaron igual tenacidad a aprender la profesión o porque la demanda de la misma ha caído. Por último debe destacarse la virtud esencial del mercado que influye, cada vez que el VC de una mercancía se despega demasiado del CP, aumentando el margen de ganancia, habrá una afluencia de nuevos oferentes. Es decir, mayor cantidad de productores ante el atractivo de una buena utilidad, tratarán de comercializar esa mercancía incrementando así su oferta finalizando el ciclo ante esta mayor oferta o escasez relativa menor, con una caída del VC que tenderá de nuevo a acercarse al CP “¡No porque dependa de él, sino porque la abundancia relativa así lo impone! “.
Finaliza Emeterio Gómez su artículo con el siguiente párrafo: De todo lo cual deriva la primera enseñanza de este manual anti marxista de economía: Contra lo que creen Marx y Chávez, el valor de un bien nada tiene que ver ni con el trabajo que requirió, ni con su valor de uso o utilidad, ni con su CP, ¡tiene que ver con la oferta y la demanda!
Para dar un más claro ejemplo sobre lo expresado por Emeterio Gómez puede hacerse referencia al las obras de arte. Una obra pictórica tal vez significó para su autor un laborioso trabajo, además de haberse utilizado costosos insumos en su ejecución. Si su autor no es un artista reputado, aún siendo muy buena su obra, no podrá competir con un simple dibujo a lápiz sobre una servilleta de papel ejecutado por Salvador Dalí, cuyos costos de producción (CP) y de trabajo fueron bajísimos por no decir inexistentes, a lo que se suma la inutilidad del dibujo para satisfacer necesidades primordiales.
El Profesor Mario Concha Vergara, politólogo y economista, a quien remití el artículo anterior (La Discusión) me ha enviado sus comentarios, los cuales parcialmente transcribo a continuación.
Estimado amigo: gracias por su artículo. Veo que nuestro inefable Gómez se ha metido una vez más entre las patas de los caballos y lo hace, como todo lo que él hace, sin miedo a ser pisado pues caballo no pisa a humano (según los Apaches...).
El problema del valor no es algo que se solucione tan fácilmente. Cientos de analistas, filósofos económicos, econometristas, marxistas, no marxistas, hedonistas, etc. han tratado de explicar la teoría del valor sin éxito. La escasez en si no es un valor ni produce valor alguno si consideremos que algo vale porque sirve, porque tiene un uso, porque es necesario, etc. Yo le preguntaría a Gómez, cual es el valor de una brizna de paja negra en un pajar amarillo; o cual es el valor de un pedazo de sílice en una mina de cobre, etc.
Los seres, de por sí no crean valores. Es verdad que burdos e ignaros empresarios, son exitosos pero nada tiene que ver con su propio valor de personas que toda su vida se auto flagelaron con el trabajo porque su resentimiento a la pobreza era tan grande que se auto obligaron a ser ricos, lo cual no es malo. Pero, si tú conversas con ellos, encontrarás que son igualitos, igualitos, a Chávez. En otras palabras, creo que no hay que confundir el valor ético con el valor económico. Cualquier pendejo puede ser "exitoso" en lo económico, pero cualquiera no tiene valor ni produce valor automáticamente per se.
En fin, esto da para mucho y me gustaría seguir leyendo tus comentarios.
Mario Concha V.
Hay mucho de cierto en lo que escribe el Profesor. Cuando yo asistía a cursos para avalúo de bienes, lo primero sobre lo que se pretendía teorizar era sobre el valor y fueron demasiadas y disímiles las definiciones. No obstante, como neófito en la materia y como “alumno” de Concha Vergara al ser asiduo de su programa “Economía en la Mira”, difiero de sus ejemplos. La brizna de paja negra aunque escasa, no tiene demanda y el pedazo de sílice en una mina de cobre tampoco tiene valor por su abundancia en el universo pero si lo tendría de ser la mina de cobre el universo.
Realmente ha sido estimulante la intervención del ilustre Concha Vergara. Ojalá esto sirva a los lectores de este correo de, valga la repetición, estímulo para enviar sus comentarios al respecto. Elevaremos así nuestro nivel de oposición, soslayando los argumentos infantiles de lo feo de la verruga o de lo desafinado que canta.
Noviembre 2005.
José Hermoso Sierra
El valor de cambio (VC o precio) de un bien, dentro del marco económico sintetiza su escasez relativa: no la cantidad de trabajo ni el esfuerzo que requirió, tal como considera el marxismo. Este VC no dependerá de su valor de uso o utilidad, estando en consecuencia desligado parcialmente de cualquier valor moral o social atinente a la solidaridad, la piedad, el humanitarismo o la lucha contra la pobreza. Dos ejemplos avalan el asunto: “Nada, ni aún la comida, tiene más valor de uso o utilidad que el aire que respiramos, ¡cuyo VC, excepto en Tokio, es cero! Así como nada tiene menos valor de uso que el oro, cuyo CV es inmenso. Ninguno de estos dos bienes – el aire o el oro – deriva su valor ni del trabajo ni de su utilidad, lo derivan de su abundancia o escasez relativa.
Tampoco el VC depende de su costo de producción (CP). Una mercancía puede tener un CP muy alto y un VC muy bajo o viceversa. Todo depende de nuevo de la escasez relativa. Si muchos fabrican esa mercancía y en consecuencia la oferta de ese bien es abundante, su VC será bajo. De igual manera puede considerarse el ejemplo relacionándola con el trabajo. Una persona puede dedicar su vida a especializarse en una profesión, encontrándose con que su VC es bajo en razón a que muchas personas dedicaron igual tenacidad a aprender la profesión o porque la demanda de la misma ha caído. Por último debe destacarse la virtud esencial del mercado que influye, cada vez que el VC de una mercancía se despega demasiado del CP, aumentando el margen de ganancia, habrá una afluencia de nuevos oferentes. Es decir, mayor cantidad de productores ante el atractivo de una buena utilidad, tratarán de comercializar esa mercancía incrementando así su oferta finalizando el ciclo ante esta mayor oferta o escasez relativa menor, con una caída del VC que tenderá de nuevo a acercarse al CP “¡No porque dependa de él, sino porque la abundancia relativa así lo impone! “.
Finaliza Emeterio Gómez su artículo con el siguiente párrafo: De todo lo cual deriva la primera enseñanza de este manual anti marxista de economía: Contra lo que creen Marx y Chávez, el valor de un bien nada tiene que ver ni con el trabajo que requirió, ni con su valor de uso o utilidad, ni con su CP, ¡tiene que ver con la oferta y la demanda!
Para dar un más claro ejemplo sobre lo expresado por Emeterio Gómez puede hacerse referencia al las obras de arte. Una obra pictórica tal vez significó para su autor un laborioso trabajo, además de haberse utilizado costosos insumos en su ejecución. Si su autor no es un artista reputado, aún siendo muy buena su obra, no podrá competir con un simple dibujo a lápiz sobre una servilleta de papel ejecutado por Salvador Dalí, cuyos costos de producción (CP) y de trabajo fueron bajísimos por no decir inexistentes, a lo que se suma la inutilidad del dibujo para satisfacer necesidades primordiales.
El Profesor Mario Concha Vergara, politólogo y economista, a quien remití el artículo anterior (La Discusión) me ha enviado sus comentarios, los cuales parcialmente transcribo a continuación.
Estimado amigo: gracias por su artículo. Veo que nuestro inefable Gómez se ha metido una vez más entre las patas de los caballos y lo hace, como todo lo que él hace, sin miedo a ser pisado pues caballo no pisa a humano (según los Apaches...).
El problema del valor no es algo que se solucione tan fácilmente. Cientos de analistas, filósofos económicos, econometristas, marxistas, no marxistas, hedonistas, etc. han tratado de explicar la teoría del valor sin éxito. La escasez en si no es un valor ni produce valor alguno si consideremos que algo vale porque sirve, porque tiene un uso, porque es necesario, etc. Yo le preguntaría a Gómez, cual es el valor de una brizna de paja negra en un pajar amarillo; o cual es el valor de un pedazo de sílice en una mina de cobre, etc.
Los seres, de por sí no crean valores. Es verdad que burdos e ignaros empresarios, son exitosos pero nada tiene que ver con su propio valor de personas que toda su vida se auto flagelaron con el trabajo porque su resentimiento a la pobreza era tan grande que se auto obligaron a ser ricos, lo cual no es malo. Pero, si tú conversas con ellos, encontrarás que son igualitos, igualitos, a Chávez. En otras palabras, creo que no hay que confundir el valor ético con el valor económico. Cualquier pendejo puede ser "exitoso" en lo económico, pero cualquiera no tiene valor ni produce valor automáticamente per se.
En fin, esto da para mucho y me gustaría seguir leyendo tus comentarios.
Mario Concha V.
Hay mucho de cierto en lo que escribe el Profesor. Cuando yo asistía a cursos para avalúo de bienes, lo primero sobre lo que se pretendía teorizar era sobre el valor y fueron demasiadas y disímiles las definiciones. No obstante, como neófito en la materia y como “alumno” de Concha Vergara al ser asiduo de su programa “Economía en la Mira”, difiero de sus ejemplos. La brizna de paja negra aunque escasa, no tiene demanda y el pedazo de sílice en una mina de cobre tampoco tiene valor por su abundancia en el universo pero si lo tendría de ser la mina de cobre el universo.
Realmente ha sido estimulante la intervención del ilustre Concha Vergara. Ojalá esto sirva a los lectores de este correo de, valga la repetición, estímulo para enviar sus comentarios al respecto. Elevaremos así nuestro nivel de oposición, soslayando los argumentos infantiles de lo feo de la verruga o de lo desafinado que canta.
Noviembre 2005.
José Hermoso Sierra
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